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Dominacin
By : Srrual
Category: Naruto > General
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Disclaimer: No soy dueo de nada todos los derechos a sus respectivos dueos
Chapter List
- 1-Capitulo 1
- 2-Cap 2
- 3-Cap 3
- 4-Cap 4
- 5-Cap 5
- 6-Cap 6
- 7-Cap 7
- 8-Cap 8
- 9-Cap 9
- 10-Cap 10
- 1
- 2
- 3
Al finalizar las clases, cuando los demás se dirigían hacia la salida, comencé mi cazeria. Observé en silencio, gracias al gengutsu activado en mis ojos, que me permitía ocultar el sharingan durante periodos cortos de tiempo sin ser detectado. Aunque para mis reservas resultaba irrazonable tenerlo activo todo el tiempo, busqué a mi víctima y la encontré en un aula vacía donde calificaba trabajos.
Suzume era una maestra bastante simple, pero tenía las curvas de una mujer adulta. Como ninja, se mantenía en forma; su culo y piernas torneadas estaban ocultos tras su vestimenta más holgada.
Me acerqué a ella y frunció el ceño, mostrando como siempre cierto antagonismo hacia mí. Ya sea por el Kyubi o mi actitud poco refinada, no me importaba en absoluto. A pesar de que ella era un chūnin apenas tenia ese rango, siendo una maestra de la academia ninja no estaba activa en el campo, además nadie muy entrenado era maestro y eso era bastante conocido aquí.
"¿Tienes algo que decir o te quedarás ahí como un tonto?"
Gruño y me miro directamente a los ojos. Activa el Mangekyō impartí directrices de lealtad absoluta, pero sin suprimir su personalidad. Yo estaba por encima del Hokage y mi palabra era ley absoluta; así que un nuevo esclavo era mío. Mantener sus personalidades era solo un capricho; no quería muñecas aburridas.
Y con esto se confirmó que podía usar el Sharingan en algo más que genin; con un maestro en mi bolsillo, tenía carta blanca para comenzar a ser más audaz y que mejor maestro que él estaba encargaba de enseñarles a las kunoichi cosas femeninas para la infiltración.
Su mirada en blanco volvió rápidamente a la normalidad, parpadeando aún se podía ver que estaba molesta por mi presencia.
"Es hora de que drenes mis bolas, Sensei". Dije con un tono exigente y autoritario, sabiendo que le causaría una impresión negativa.
Ella me miró claramente ofendida, pero activó algún tipo de sello manual, activando asi alguna clase de barrera en el aula vacia.
"Este mocoso engreído debería ser más consciente de sus alrededores. No puedo dejar que me vean atendiendo las necesidades de un mocoso poco refinado"
Dijo con desdén y desprecio, claramente molesta pero intentando mantener su compostura a pesar de la crudeza del momento.
Suzume se arrodilló rápidamente, liberando mi polla semi dura de 8 pulgadas. Ella comenzó a pesar y acariciar mis bolas sin pelo con una habilidad asombrosa, moviendo sus manos al ritmo de su respiración cada vez más rápida; entre más rápido respiraba ella, más rápidamente me estimulaba.
"Sientate en el escritorio, quiero terminar esto rápido. Tengo cosas más importantes que hacer".
Ordenó con una voz firme y autoritaria, claramente deseando acelerar la situación para poder regresar a sus obligaciones. Obedecí sin protestar y ella se encontró arrodillada entre mis piernas; mi pene, un pilar de carne ocultaba parcialmente su rostro en aquel momento íntimo.
Suzume lamió sus labios, luego se inclinó hacia adelante, acercando su rostro a mis testículos . Estaban llenos, pesados y colgaban; cada uno era una esfera arrugada que pedía ser chupada y atendida.
Sin vacilación, envolvió sus labios alrededor del izquierdo, su lengua girando alrededor de la piel sensible. Ella podía saborear el aroma masculino, y podía sentir el ligero sabor del sudor que cubría mis bolas pesadas.
En el mismo momento, comenzó a estimular con movimientos lentos y deliberados mi grueso y duro pene con la mano izquierda, apretando ligeramente alrededor del eje palpitante. Trabajaba en conjunto con su boca para mas placer.
Podía sentirlo latir y pulsar contra sus labios y mano, haciéndose aún más duro mientras ella lo satisfacía.
Suzume aumentó la velocidad de su estimulación con la mano y sus labios, sus mejillas hinchándose al hacer entrar una de mis bolas pesada en su boca caliente y húmeda. Su lengua lamía adorando la carne sensible mientras atendía expertamente a mis necesidades.
Suzume hizo una pausa por un momento breve, retrocediendo ligeramente mientras miraba hacia arriba con sus ojos mostrando irritación. Sus labios brillaban con saliva y aún estaban envueltos en la carne rugosa de mi testículo izquierdo.
"¡Tengo cosas más importantes que hacer!"
Su voz amortiguada ligeramente por el orbe grueso en su boca.
"¡Tengo asuntos urgentes a los que atender! Los trabajos de los estudiantes requieren mi atención inmediata. No puedo descuidar mis deberes..."
A pesar de sus palabras, sus dedos hábiles nunca se detuvieron en su estimulación rápida y ansiosa a lo largo de mi pene grueso y lleno de venas. Su mano se movia en la carne caliente e hinchada, apretando y bombeando con un ritmo implacable.
Al mismo tiempo, se inclinó hacia adelante y envolvió sus labios alrededor del otro testículo adolorido, chupándolo con el mismo compromiso. Su lengua giraba y lamía la piel sensible, sus mejillas hinchándose mientras hacía entrar mis pesadas bolas más profundo en su boca cálida y acogedora.
Con renovado vigor , duplicó sus esfuerzos, chupando y estimulando sin temor. Ella quería terminar esta tediosa tarea.
Mis caderas se sacudieron ante su habilidad.
"¡Me estoy corriendo!"
Suzume continuó estimulándome pero evidentemente estaba molesta.
"No te atrevas a ensuciar nada, niño molesto"
Yo observaba a Suzume cuando ella liberó mis testículos hinchados y resbalados con saliva de su boca con un pop lascivo, una hebra de su saliva conectando su labio inferior a mi saco, por un momento breve y obsceno antes de romperse.
Sus mejillas estaban sonrosadas por el esfuerzo esto la hacía mas erótica, ella no perdio el tiempo. Envolvió sus labios hinchados alrededor del glande inflamado y sensible de mi pene. Su lengua se movió en círculos, lamía la punta, lamiendo el la apertura que liberaba grandes cantidades de liquido preseminal. Lamia y succionaba el glande como una mujer codiciosa , saboreando el sabor fuerte y almizclado de mi excitación.
La sensación era eléctrica, el placer abrumador. Mis caderas se movían hacia adelante involuntariamente mientras la boca experta de Suzume trabajaba en mi carne más sensible, su lengua estimulando la pequeña abertura, burlándose del corte que liberaba líquido. Sus labios se sellaban alrededor de la corona inflamada, succionando con avidez mientras su cabeza se movía arriba y abajo.
Ese lamer pecaminoso y lascivo provocó una erupción de éxtasis crudo e incontenible. Mi pene temblaba y palpitaba en su agarre cuando la primera hebra gruesa y cremosa de semen explotó desde la punta, pintando la lengua expectante de Suzume y la boca que la envolvía.
Emitió un gemido lujurioso alrededor de mi vara palpitante mientras las primeras cuerdas de mi descarga inundaban su garganta. Hebras traslúcidas y gruesas de semen brotaron de mi pene en cadenas interminables, impulsadas hacia la boca de Suzume que la recibía avidamente.
Suzume sabía bien cómo ordeñar una polla y lo hacía con maestría.
Después de unos minutos, ella libero mi pene que ya estaba suave; Suzume me había ordeñado hasta la última gota. Era tan diferente de la pequeña Sakura, quien era incapaz de siquiera acercarse a este nivel, Suzume lo hacía con habilidad y dejaba a su pareja completamente satisfecho.
La kunoichi que presumía de ser refinada, se limpió los labios con un pañuelo y continuó trabajando en la clasificación de las tareas.
Ella alzó la vista y señaló la puerta.
"Largo, vuelve cuando lo necesites, pero no pienses que esto es disfrutable para mí".
Con esas palabras me dirigí a casa con mis bolas vacías y feliz por haber tenido un servicio tan satisfactorio.
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